viernes, 15 de mayo de 2015

La curiosidad ha matado más corazones que gatos

"La curiosidad mató al gato"
Creo que todo el mundo (al menos el hispano y en especifico el mexicano) hemos escuchado esta frase. Pero hace unos pocos días leía una imagen que me causó cierta gracia y a la vez no pude negar su veracidad... "La curiosidad ha matado más corazones que gatos". Y es que ¿cómo negar que muchos hemos experimentado esa sensación de tristeza,  fracaso, impotencia y un sin fin de cóctel de emociones más?, al descubrir por nuestra propia cuenta aquello que por algún tiempo ya intuíamos o peor aún nos negábamos a aceptar. 

Somos los seres más inteligentes de todo el universo, los más fuertes pero al mismo tiempo los más débiles.  Hay hombres capaces de mover un trailer incluso aviones y hay hombres que mueren por una simple picada de mosco; somos vulnerables, y esa vulnerabilidad es la que muchas veces nos hace ser curiosos porque...a nadie le gusta que le oculten cosas porque al descubrirlas por encima de la tristeza, rabia, enojo incluso ira, nos sentimos vulnerables y nos sentimos como la basura mas grande del universo, ese escudo de seguridad se ve derrumbado por una de las armas más poderosas y destructivas de éste mundo "la mentira" que va de la mano con el engaño. 

"No esperes nada de nadie" dicen por ahí... Mejor dicho "No te crees altas expectativas" ¿Por qué? De personas siempre recibirás decepciones, de amigos siempre recibirás condiciones, pero de Dios siempre recibirás bendiciones...


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